Ecce Homo sentado con un paño rojo sobre él, de 11 cm de altura, es una figura devocional que representa a Jesucristo en el momento de su pasión, sentado y mostrando el sufrimiento previo a su crucifixión. La imagen transmite la profunda humillación y dolor de Cristo, evocando compasión y reflexión sobre su sacrificio por la humanidad.

El paño rojo que cubre la figura añade un toque simbólico, representando el sufrimiento y la sangre derramada por Jesús. Con una altura de 11 cm, esta figura es ideal para ser colocada en altares, pasos o en momentos de oración personal, ayudando a crear un ambiente de recogimiento y meditación, especialmente durante la Semana Santa o en celebraciones litúrgicas relacionadas con la pasión de Cristo.